Estudio preparado por la Pastora Luzmira Castillo
PASAJE BÍBLICO: Romanos, capítulo 12.Versículos 9 al 18.
Carácter de los sacerdotes o ministros.
TEXTO PARA APRENDER:“Así muchos somos un cuerpo en Cristo, mas todos miembros los unos de los otros.” (v5)
PROPÓSITO: Despertar en el alumno el sentido de su ministerio, descubrirlo, enfatizarlo para que a corto tiempo esté al servicio de Dios.
DESARROLLO: Misión de la Iglesia: La naturaleza sacerdotal de la Iglesia: “Jesús le dijo a sus discípulos: Edificaré mi Iglesia y las puertas del hades no prevalecerán contra ella.” ¿Qué entendió Jesús por Iglesia? Sabemos que Él no hablaba de un edificio o de un templo. Él tenía en mente a las personas. Las Escrituras presentan a la Iglesia como un cuerpo que tiene muchos miembros, pero que es un solo cuerpo. Cada miembro unido a otro miembro por medio de las coyunturas (Ef 4:16) y esto posibilita el crecimiento de la Iglesia. Al igual que Israel que fue escogido por Dios para que ellos fueran un Reino de Sacerdotes y Nación Santa con el propósito de ministrar a todas las naciones, la Iglesia ha sido llamada a hacer discípulos a todas las naciones. ¿Cómo se puede lograr esto? La Iglesia debe establecer sus prioridades ministeriales.
Prioridades:
Ministerio Litúrgico.
Ministerio de Koinonía.
Ministerio de Diaconía
Ministerio Kerigmático.
Liturgia: Viene del griego laos (Laos): gente; ergo (ergo): trabajo, ministrar. Entonces “liturgia” es la ministración del pueblo hacia Dios. En Teología “liturgia” se refiere a un evento o servicio; en el Antiguo Testamento se refería a lo que el sacerdote hacía o decía para adorar a Dios.
Koinonía: Tiene referencia a la comunión, a la armonía en el Cuerpo de Cristo, la Iglesia. Se refiere a las relaciones de amistad y cooperación dentro de él.
Diaconía: Es el servicio que la Iglesia realiza, la forma activa de expresar la comunión, ayudándose mutuamente, compartiendo. Hch 2:45-46
Kerigmático: Proclamación del mensaje, evangelización.
El ministerio cristiano gira en torno a dos principios teológicos fundamentales: El sacerdocio del Creyente y el Ministerio del Espíritu Santo.
El Sacerdocio del Creyente fue uno de los principios claves en la Reforma Protestante, y tiene su doble significado:
Cada creyente en virtud del sacrificio de Cristo sobre la cruz, puede acercarse a Dios personalmente sin mediación ninguna, es decir, de ninguna persona. He 8:10-11.
Por cuanto, cada creyente es miembro del Cuerpo de Cristo, tiene una función, un ministerio y una misión en particular que ejecutar.
En otras palabras, la Gran Comisión no es responsabilidad de una casta selecta dentro de la Iglesia, sino de cada creyente , no importan lo ignorante que sea. De modo que cada cristiano es un ministro de Jesucristo y, por lo tanto, está llamado a participar en la obra redentora de Dios en el mundo. La Iglesia existe para servir al mundo. Nadie que lleve el Nombre de Cristo está exento de ministerio. NADIE . Todos tenemos dos llamamientos. Uno es general a la salvación. El otro es un llamado al servicio a un ministerio único y personal dentro del Reino de Dios: Predicación, Enseñanza, Consejería, visitación intercesión, ayuda a los necesitados, liderazgo, administración, liberación, etc..
Palabra de exhortación:
Es un hecho que no estamos preparados para recibir la gente que vendrá a nuestros templos el día que sea derramado el Avivamiento Postrero. No hay pastor, ni pastores que puedan ministrar a multitudes. La metodología divina para estos casos, ha sido siempre la misma desde que la Iglesia es: El sacerdocio de los creyentes o el ministerio de los laicos.
Debemos dejar de ser creyentes pasivos, lisiados –ministerialmente hablando- , personas frustradas, con sentimientos de culpa por no servir al Señor. Usted tiene un ministerio, ha sido llamado por el Señor a Servir, no piense que necesita credenciales para hacerlo, los pastores, evangelistas, maestros, etc., han sido llamados especialmente por Dios para perfeccionarlo a usted. No compita con ellos. Su llamamiento es a servir y reconocer a los que los presiden en el Señor. Tampoco espere reconocimiento por su labor, sirva en silencio y honre a Dios, pues Él lo honrará a su debido tiempo.
CUESTIONARIO:
1.- ¿Hace Cuánto tiempo que aceptó a Jesucristo como su Salvador Personal, aceptando además Su Señorío?
2.- ¿Durante ese tiempo ha experimentado algún crecimiento espiritual? ¿De qué manera se ha manifestado?
3.- ¿Cuál cree usted que es el propósito de la existencia de la Iglesia del Señor Jesucristo?
4.- ¿Qué cree usted que el Señor espera de su vida, en lo personal?
5.- ¿Cómo se imagina usted que es el crecimiento como Cuerpo de Cristo?
6.- ¿Por qué es importante que como Iglesia mantengamos un estado de adoración constante?
7.- ¿Qué debe suceder en la Iglesia para que se produzca la proclamación del evangelio?
8.- ¿Qué papel ocupa el Espíritu Santo en el desarrollo del creyente?
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